CICLO DE CULTIVO DEL CHOPO. ANTES DE PLANTAR

2. ANALISIS DE LA CALIDAD DE LA TIERRA Y NIVELES FREÁTICOS

¿Es adecuado el suelo para plantar chopo?

Análisis de la calidad de la tierra y niveles freáticos

La elección del suelo por destinar al cultivo del chopo debe hacerse teniendo en cuenta los principales factores que influyen en el desarrollo de las plantas, en particular las características físicas y la disponibilidad de agua y de nutrientes. Son por preferir los suelos profundos (al menos 50 cm, mejor 70-100 cm), permeables y caracterizados por buena disponibilidad hídrica: el nivel de capa freática es considerado óptimo entre 100-150 cm de profundidad.

Son al contrario de evitar los terrenos con estancamiento agua superficial, donde el agua, muy pobre de oxígeno, impediría el desarrollo de las raíces.

Los terrenos más adecuados son los de textura franca, franco-arenosa o franco-arcillosa, de perfil uniforme y pH de subacido a moderadamente alcalino.

–  Si el terreno es uniforme y bien estructurado el chopo desarrollará raíces en todo el perfil; en caso contrario, sólo lo hará en las capas de terreno más favorables. La alta presencia de gravas o elementos gruesos con dimensiones superiores a 2 mm, y de arena gruesa con dimensión entre 0, 2 y 2 mm puede determinar una excesiva permeabilidad con una consiguiente escasa disponibilidad de agua sobre todo en el período estival.

– Por contra, terrenos demasiado pesados caracterizados por altos contenidos de arcilla podrán determinar condiciones de asfixia, desfavorables al desarrollo de las raíces.

Los terrenos bien estructurados y con buena disponibilidad de nutrientes permiten limitar el estrés inducido por muchos parásitos primarios (Marssonina brunea, Melampsora spp.) y de prevenir los daños causados por parásitos de debilidad, o la aparición de enfermedades.

Contenidos de caliza activa mayores del 6-8 % favorecen la manifestación de la clorosis ferrica, mientras concentraciones de cloruro de sodio del 0,1 % pueden dar lugar a fenómenos de fitotoxicidad.

Una vez que se dispone de toda la información necesaria, se realiza un estudio técnico-económico y se analiza la viabilidad de la plantación. Del resultado de este estudio dependerá si se lleva a cabo el proyecto o no.

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